Las ciudades del jazz

(Fragmento de mi libro Jazz en Gonzo)

Un fenómeno que se desprende de la ola del jazz como movimiento cultural, es que éste se queda establecido dentro de una ciudad. El ragtime de Nueva Orleans, que es música compuesta, no improvisada, fue uno de los padrinos del jazz, con Scott Joplin como el principal representante de aquella música pianística.

“Una de las mayores paradojas de la historia del jazz de Nueva Orleans es que gran parte del mismo se desarrolló en Chicago” (Gioia, 2002, p. 66). Según Gioia, entre 1916 y 1919, se dio la Gran Migración, entendida como la salida de los músicos, como de otros grupos sociales, de Nueva Orleans hacia el norte, en búsqueda de una vida mejor: sin segregación y con oportunidades laborales. Muchos de estos se trasladaron a Chicago, época también por la que comenzaron a mezclarse algunos blancos con el movimiento jazzístico. […]también los sonidos que asociamos al jazz de Chicago, evolucionaron en gran parte en Nueva York (p. 105), y se asocia más al de big bands, que a la tradición de Nueva Orleans. El jazz de Chicago recuerda la imagen de Eddie Condon, aquel “jazzman bohemio y revolucionario[…] nunca le faltaba la palabra precisa e ingeniosa” (p. 109).

Eddie Condon

Gioia continúa marcando al final de los años veinte, el “Renacimiento de Harlem”, como el “florecimiento general de la vida cultural negra de aquellos años” (p. 129), en la cual se reunió una élite cultural que integraba un mosaico de poetas, narradores, artistas plásticos, músicos y demás creativos. El barrio conservó sus raíces europeas, sobre todo holandesas, hasta principios del siglo XX. “Pero junto a este Harlem coexistía otro Harlem[…], un barrio deprimido” (p. 130), en el que la situación económica era muy dura y el jazz era una muy importante, se trató del Harlem de las fiestas de alquiler (house rent parties), en el que las condiciones sociales paupérrimas impulsaron a la música. “Más tarde los cuttin contests (jam sessions en las que los participantes trataban de superarse unos a otros) se convirtieron en un importante elemento de la práctica y la pedagogía jazzísticas, constituyendo para los músicos jóvenes el rito de paso por excelencia” (p. 135).

Si algo ha ido de la mano con el jazz ha sido el baile. “Los vínculos entre el baile negro, la música de jazz y la cultura popular aumentaron en los años veinte gracias a la popularidad del charleston, el chimmy y el black bottom[…] Harlem fue el caldo de una frenética actividad de baile[…]” (p. 169)

Otra de las ciudades que se volcó a ritmo de swing, para los años treinta, fue Kansas City, surgiendo como rival potencial de las primeras ciudades de jazz. Esto se debió al crecimiento económico que generaba a través del juego, la prostitución y el alcohol. Tras la Depresión, muchos de los músicos acudieron a Kansas para rescatarse a sí mismos: “Un característico estilo de jazz fue arraigado gradualmente en torno a la ciudad, inspirado en elementos dispares: la tradición de blues del suroeste, los sonidos de las big bands del nordeste y el carácter informal de las jam sessions de Harlem. Cada uno de estos elementos se vería transformado en Kansas City” (p. 215).

Julia and George E. Lee

Julia y George E. Lee

Lo que sucedió, explica Gioia, fue que las elaboradas orquestaciones de Nueva Orleans, se vieron reducidas en riffs, estructuras minimalistas que le daban a la música un aire desenvuelto e inspirador. Count Basie, Marie Lou Williams, Lester Young y, más adelante, con el surgimiento del bebop, Charlie Parker, serían grandes símbolos del jazz de Kansas City.

Además, no sólo se trata de la ciudad, si no también de los clubes en los que se inserta la jeringa del jazz. Por ejemplo, en el caso del bebop, anuncia Gioia:

Estas jam sessions (de Ben Webster, Coleman Hawkins, Benny Carter, Chuck Berry, Cab Calloway y Dizzy Gillespie) en el Minton’s y en el Monroe’s Uptown House (en Nueva York) han sido a menudo citadas como el lugar de nacimiento del bop, el lugar en el que los dispares elementos que configuraban esta música confluyeron en un estilo definible.

Cab Calloway

En relación al origen, con el ragtime y Nueva Orleans en contraste con el free jazz, Berendi se pregunta “¿qué otra forma de arte ha desarrollado estilos tan contrastantes, y a la vez tan claramente interrelacionados, dentro de un periodo de cincuenta años?” (p. 14).